Motivación

¿Qué es la motivación?

La motivación es un término algo difícil de definir. Podría definirse como un esfuerzo mental o energía  que ponemos para intentar conseguir una determinada meta, y que influye en la consecución de ésta.  Para poder conseguir nuestros sueños o metas necesitamos creer que podemos conseguirlo, y poner todo nuestro esfuerzo y ganas en ello.

Podemos hablar de dos tipos de motivación según el objetivo o necesidad que se persiga:

  • Motivación primaria: Está relacionada con satisfacer las necesidades básicas como comer o dormir
  • Motivación secundaria: Son motivaciones aprendidas o adquiridas como pueden ser la amistad, la fama, etc.

También podemos distinguir entre otros dos tipos de motivación según de dónde surja ésta:

  • Motivación intrínseca: El esfuerzo en alcanzar una meta nace de uno mismo y por propio interés.
  • Motivación extrínseca: Cuando la motivación no procede de uno mismo, sino a través de causas externas como pueden ser recompensas positivas, o el temor a un determinado castigo.

¿Por qué es importante?

La motivación es un elemento primordial no sólo en la consecución de metas, sino también en el aprendizaje.  Por ello es esencial que se fomente la motivación en los niños en sus primeros años de vida, y  por supuesto también en el ámbito escolar.

A la hora de aprender es necesario que los niños se mantengan motivados y que sientan que son capaces de enfrentarse y superar todos los retos que se les presenten. Es normal que al principio de la vida las motivaciones sean principalmente de tipo extrínseco, y que los niños solo pongan interés o esfuerzo en algo por unas posibles consecuencias positivas. Esto irá cambiando más adelante, pero es importante que les ayudemos a que esto ocurra. De este modo si potenciamos la motivación, es posible que en un futuro estos niños se conviertan en adultos mucho más eficaces a la hora de conseguir sus sueños.

¿Cómo podemos motivar a los niños?

  1. Proporcionándoles nuevas actividades y experiencias
  2. Escuchando sus gustos y preferencias, dejando que sean ellos los que elijan las cosas que les gusten o motiven sin imponerles nuestros propios intereses.
  3. Reconocer cada uno de sus logros para que puedan sentirse competentes
  4. Apoyándoles cuando fracasen y animándoles a que sigan luchando por aquello que quieren