Una realidad para muchos niños y niñas.
Muchos niños trabajan desde una edad muy temprana y realizan tareas tipificadas como peores formas de trabajo infantil. Algunas son invisibles –como el trabajo doméstico– que además pueden provocar retraimiento, agresividad, depresión, agotamiento y aburrimiento.
¿Qué consecuencias puede esto tener en el desarrollo futuro de los niños?
Algunos niños crecen con esto mostrando una personalidad más indiferente y/o tímida. Otros, por el contrario, se resisten a la autoridad de la familia y los profesores en la escuela, lo que dificulta su desarrollo intelectual, afectivo y motor además de generar dificultades de comunicación e interacción grupal con sus compañeros, padres, madres y demás personas que les rodean así como un déficit en el desarrollo de las habilidades sociales básicas que tanto nos ayudan a desenvolvernos en el día a día y a vivir más felices con nosotros mismos y con los demás.
¿Qué podemos hacer para ayudarles?
Por ello, es importante identificar dificultades en los niños y ayudarles a desarrollar habilidades sociales que les permitan disminuir los riesgos de explotación y abuso ayudándoles a mejorar sus relaciones interpersonales, teniendo una valoración más positiva de ellos mismos y de los que les rodean, aprender a resolver conflictos y evitar ser víctimas del trabajo infantil.