El papel de las Habilidades Sociales en el Trabajo Infantil

Una realidad para muchos niños y niñas.

Muchos niños trabajan desde una edad muy temprana y realizan tareas tipificadas como peores formas de trabajo infantil. Algunas son invisibles –como el trabajo doméstico– que además pueden provocar retraimiento, agresividad, depresión, agotamiento y aburrimiento.

¿Qué consecuencias puede esto tener en el desarrollo futuro de los niños?

Algunos niños crecen con esto mostrando una personalidad más indiferente y/o tímida. Otros, por el contrario, se resisten a la autoridad de la familia y los profesores en la escuela, lo que dificulta su desarrollo intelectual, afectivo y motor además de generar dificultades de comunicación e interacción grupal con sus compañeros, padres, madres y demás personas que les rodean así como un déficit en el desarrollo de las habilidades sociales básicas que tanto nos ayudan a desenvolvernos en el día a día y a vivir más felices con nosotros mismos y con los demás.

¿Qué podemos hacer para ayudarles?

Por ello, es importante identificar dificultades en los niños y ayudarles a desarrollar habilidades sociales que les permitan disminuir los riesgos de explotación y abuso ayudándoles a mejorar sus relaciones interpersonales, teniendo una valoración más positiva de ellos mismos y de los que les rodean, aprender a resolver conflictos y evitar ser víctimas del trabajo infantil.

5 consejos para promover la educación emocional de sus hijos

¿Qué es la educación emocional ?

Se enseña a los hijos/as buenos modales, a vestirse, a ducharse y a relacionarse con otros chicos/as, también se enseñan determinadas emociones. En el seno de la familia se desarrollan gran parte de los modelos de relaciones que los chicos y chicas repetirán a lo largo de su vida con otras personas.

Igual que se enseñan habilidades y modales también se pueden enseñar las emociones. Éstas están presentes toda nuestra vida, identificarlas nos ayudará a afrontar situaciones difíciles, a saber qué nos está pasando, gestionar nuestras emociones ante enfados o agresiones, así como aumentar nuestra motivación propia. Para ello es muy importante conocerse a uno mismo, saber por qué nos sentimos mal cuando alguien nos ignora o por qué nos sentimos tristes al ver a alguien llorar. Identificar estas emociones y cómo afectan a uno mismo ayuda a desarrollarlas de una forma más saludable, de hacer frente a ello sin estrés y desde un punto de vista más positivo.

Con unos sencillos consejos puede ayudar a mejorar la inteligencia emocional de su hijo/as.

1. Pregunte a su hijo/a por su día a día centrándose en cómo se ha sentido en determinadas situaciones. Puede aprovechar los momentos que estéis juntos para estrechar lazos con su hijo y al mismo tiempo que enseñas a identificar sus emociones, vinculadas a hechos concretos que le hacen sentir así. Puede aprovechar los paseos, los momentos de comidas o meriendas así como dar su opinión o decir cómo se sentiría usted en dicha situación.

2. Buscar soluciones o alternativas para gestionar emociones. Algunas emociones pueden causar mucha ansiedad o tristeza, planificar cómo le gustaría sentirse y qué podrías hacer para cambiarlo ayudará a modificar las situaciones que le hagan sentir mal.

3. Leer historias o cuentos. Se pueden leer historias o cuentos que tengan un especial contenido afectivo, haciendo pausas y preguntando a su hijo cómo cree que se sienten los distintos personales. Esto potenciará su empatía y su capacidad para comprender a los demás.

4. Mantenga una actitud positiva y evite juzgar en exceso. Cuando su hijo/a te está contando sus sentimientos, estos están siendo otorgados en confianza, por lo que no se pueden tomar como un asunto menor, ni juzgar de forma atacante. Mantenga una actitud abierta ante los problemas de su hijo, ayúdalo a sentirse mejor, para que se mantenga la confianza que va creciendo.

5. Escribir o dibujar sentimientos. Dependiendo de la edad se puede pedir a su hijo/a que dibuje a personas con determinadas emociones como alegría o enfados, en el caso de edades hasta 7-8 años, o pedir que dibuje lo que simboliza para él estar

contento o estar enfadado, en el caso de chicos más grandes o adolescentes. Elaborar estas imágenes, dibujos o relatos ayudan a expresar sentimientos, tener más claro cómo son esos sentimientos y cómo me siento yo con ellos.

Estos consejos son recomendables que se lleven a cabo a diario, al menos uno de ellos. Como toda educación, necesita de tiempo para que se aprenda, por lo que no funciona de nada es hacer estos ejercicios un día y no continuar, al igual que no sirve de nada salir a hacer deporte un día.

Referencias:

Bisquerra, R. (coord.) Educación emocional. Propuestas para educadores y familias. Bilbao: Desclée de Brower, 2011.

Flaubert, Gustave (2005). La educación sentimental. Literatura Random House.

Video: https://www.youtube.com/watch?v=PQE4WqQSOcQ

Autoestima


¿Qué es la autoestima? ¿Y por qué es importante?

La autoestima podemos definirla como todos aquellos pensamientos, sentimientos y expectativas que una persona tiene sobre sí misma. Es el aprecio o valor que nos damos, y es de vital importancia para un correcto desarrollo psicológico. De ahí que sea algo que debemos fomentar desde la primera infancia, para que los niños crezcan con un adecuado sentido de su valía y con seguridad en ellos mismos.

En relación a esto, debemos mencionar la importancia del papel que juegan los padres y los profesores, ya que serán ellos los encargados en primer lugar de llenar a los niños de cariño y aprecio, algo fundamental si queremos que estos niños en un futuro tengan una imagen positiva de sí mismos.

¿Cómo podemos fomentar la autoestima en los niños?

La respuesta es muy sencilla: mediante el juego. El juego es una parte esencial del desarrollo de los niños ya que es mediante el juego por el que aprenden a relacionarse con los demás, además de permitirles conocer sus propias cualidades o habilidades así como sus limitaciones.

Existen múltiples juegos que pueden realizar con los niños para este propósito. A continuación se mencionan algunos ejemplos sacados de la web www.guiainfantil.com

Ejemplo de Juegos:

  1. Juego simbólico. El juego por excelencia, el jugar a ser o el juego de roles es el mejor juego para desarrollar habilidades personales y sociales, a la vez que aumenta la autoestima de los niños. Cualquierjuego que implique ponerse en el lugar de otro y relacionarse con otras personas, reales o imaginarias, es una excelente oportunidad para fomentar la autoestima de nuestros niños. Aprovecha su juego para elogiar sus cualidades personales, sociales y emocionales.
  2. Reparto de estrellas. Edad recomendada a partir delos 5 años aunque podemos empezar un poco antes. Sentados en el suelo, en forma de círculo si somos muchos, por ejemplo papá, mamá, hermanos o un grupo de niños de la misma edad, diremos algo positivo a cada uno de los participantes a la vez que les otorgamos una estrella de papel o una pegatina. Lo de menos es la estrella ya que todos debemos acabar con el mismo número de ellas. Lo fundamental es pensar en lo que decimos a los demás, lo que nos dicen y lo que sentimos. Al finalizar el juego es importante que preguntemos qué es lo que más les ha gustado, lo que menos y cómo se han sentido a lo largo de la actividad.
  3. Caja del tesoro oculto. Este juego se debe realizar con un grupo de niños (3-4 mínimo). Se trata una dinámica que permitirá que los niños descubran lo únicos y especiales que son. Dentro de una caja esconderemos un espejo. A los niños les explicaremos que dentro hay un tesoro único en el mundo, algo especial, maravilloso, algo irrepetible. Generaremos así expectativa. De uno en uno, abriremos la caja y pediremos que no diga nada a nadie. Cuando todos los niños hayan visto el tesoro pediremos que digan en voz alta qué es lo que han visto. Tras esto, les preguntaremos que digan en voz alta qué creen ellos que les hace únicos y especiales, personas irrepetibles y maravillosas.

Si tienen alguna duda sobre este o cualquier otro tema, no duden en escribirnos, estaremos encantados de ayudarles.