En la entrada anterior hablamos del papel que juegan las familias en la escuela y la importancia de unirlos a ambos. Escuela y familia deben ir de la mano en la educación de los niños, pero hoy queremos dar un paso más y hablar de la comunidad en la que se encuentran estas escuelas y estas familias, y de la importancia que pueden llegar a tener también en la educación.
Es evidente que somos seres sociales y necesitamos relacionarnos los unos con los otros. Una comunidad no es solo un lugar donde coinciden una serie de personas. Una comunidad puede ser una gran red de apoyo donde cada uno pueda aportar y recibir algo. Es importante por ello incluir a las comunidades en las escuelas. Los niños crecen rodeados no sólo por sus padres sino también por sus amigos, compañeros de clase y también vecinos, y todos ellos pueden aportar algo.
Pongamos un ejemplo para entender esto mejor:
“Un niño recorre el mismo camino a su casa todos los días después de la escuela, y cada día se cruza con el mismo hombre que siempre está en un campo cercano. El niño no sabe qué hace ahí todos los días y empieza a fijarse en lo que hace. Un día lo ve tirando de unos animales y haciendo líneas en la tierra, al día siguiente lo ve paseando y tirando pequeñas bolitas por el suelo. Día trás día este niño va caminando hasta que un día descubre que el campo donde sólo había tierra ahora está cubierto de un precioso color verde. El niño se queda maravillado y al día siguiente se lo cuenta a sus amigos y le pregunta a sus profesores sobre ello”
Hemos descrito este ejemplo para resaltar la importancia del contexto en la que crecen los niños. Es posible, que el niño de la historia quiera conocer más sobre la agricultura, y ¿No sería interesante que el propio trabajador de la historia fuese a su escuela a explicarle a los niños su trabajo?. Es posible que incluso este hombre hable con la escuela y organice una excursión a su campo para enseñarles a los niños de primera mano cómo se cultiva. De esta manera los niños aprenderán algo nuevo además de una profesión y puede que incluso en un futuro quieran convertirse en agricultores.
Este es un ejemplo de cómo la comunidad puede influir en la educación infantil, y de lo beneficioso que puede llegar a ser esa unión. En una comunidad todos juegan un papel importante, y todos pueden aportar algo a la educación de los niños. Por ello es importante formar parte de las escuelas, así como ofrecer ayuda o proponer ideas que puedan resultar beneficiosas para los niños. Al fin y al cabo, no hay nada más importante que la educación infantil, porque los niños son el futuro de todas las comunidades.
Si desea conocer más sobre este tema puede leer el siguiente documento:
http://cmapspublic2.ihmc.us/rid=1K7YV1FRY-LQY805-126/Escuela%20y%20Comunidad.pdf